Tu Opción para Trabajar Fuera de México como “Niñera”


Ivonne Vargas Hernández en CNNExpansión
Familias alemanas, de Estados Unidos y China, principalmente, buscan a jóvenes mexicanas que les interese dominar otro idioma trabajando como au pairs, es decir, cuidar niños. Por un empleo con estas características se puede percibir hasta 1,200 dólares mensuales, según estimaciones de agencias de viajes que ofrecen este programa.

En México “no es una actividad muy difundida y es importante entender en qué consiste la experiencia para no generar falsas expectativas”, comenta Ana Escamilla, responsable del programa Au Pair de Mundo Joven. En algunos casos, la persona se entusiasma con la idea de viajar e idealiza esta salida sin concientizar que se trata de un trabajo.

Este programa surgió a finales de la Segunda Guerra Mundial, cuando los jóvenes se trasladaban de un país a otro para mejorar su idioma. Sin embargo, las opciones de intercambio que daban las escuelas fueron rebasadas y algunas naciones propusieron crear otro mecanismo para atender esa demanda. Así surgió el intercambio au pair, de acuerdo con información del World Legal Information Institute.

A pesar de que este esquema de intercambio promueve la participación masculina, es una labor dominada por mujeres. Se buscan jóvenes, generalmente, de entre 19 y 24 años, aunque la edad varía según el país. En Alemania el límite son 24 años, en Estados Unidos 26 y en China se acepta hasta los 29. Se pide que la persona hable inglés (en nivel intermedio, al menos) y tengan experiencia en el cuidado de niños -no familiares-, explica Ana Escamilla.

Alemania, Estados Unidos, Francia y Noruega figuran entre los países activos en este intercambio. Son regiones con una creciente necesidad de personas que apoyen a cuidar los hijos, y pueden contar con subsidios estatales, comenta la investigadora María Luévano, quien realizó un informe sobre movilidad de au pairs, publicado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) México.

Europa destaca con un marcado incremento en este programa y Asía no se queda atrás. Este intercambio comienza a crecer en regiones como China, Hong Kong y Taiwán. En 2010, Francia resultó el principal destino elegido, seguido del Reino Unido, Estados Unidos, España y Alemania, de acuerdo con datos del International Au pairs Association Member Survey.

Irse ‘por las buenas’

Ser au pair puede ser atractivo debido a que ofrece la oportunidad de migrar a otro país sin tantas trabas. “Es una manera de viajar de manera legal, sin tener que arreglárselas con gatos de manutención, alojamiento y comidas”, cita Luévano en su informe vinculado a temas de población y desarrollo.

Ana Escamilla repara en la calidad de empleo que tiene este intercambio y en que hay un contrato de por medio. “Un error común con algunos jóvenes es que salen de México, se entusiasman con otros países y quieren dejar su empleo como au pair.

Esta acción implica infringir el acuerdo contraído y en algunos casos -advierte la directora- se llega a la deportación por problemas con la visa que fue extendida en calidad de trabajo. La familia puede exigir una compensación y presentar una queja, con lo cual se genera un registro negativo para él o la joven.

La figura del au pair está regulada por un programa gestionado por agencias, y definido por el Estado, así hay una relación más formal entre cuidadora-empleador. La persona se dedica, principalmente, al cuidado de los niños y puede destinar una porción menor de tiempo a actividades relacionadas con limpieza, se explica en el documento publicado por Flacso.

Ana Escamilla advierte que el contrato debe firmarse antes de salir del país. “En las entrevistas con las familias deben preguntar qué se espera de ellos, y el o la au pair decide si acepta o busca otro hogar.”. Quién contrata necesita demostrar solvencia económica, condiciones de vida favorables para la persona e, incluso, debe cubrir algún curso del au pair vinculado a temas educativos.

La representante de Mundo Joven comenta que en todos los casos debe haber ciertas horas de entrenamiento /introducción sobre cómo tratar a los infantes, seguro médico y el joven cuenta con apoyo de representantes locales las 24 horas, por si tiene algún incidente, como un choque o el robo de sus pertenencias.

La compensación por esta actividad depende del destino. En Francia suma alrededor de 320 euros mensuales, como mínimo. En Estados Unidos, si el perfil de la joven incluye nociones de cuidado de la salud, por ejemplo, el salario puede rebasar los 1,200 dólares, según estimaciones de Mundo Joven.

El informe emitido por Flacso refiere que en Estados Unidos la paga semanal por esta actividad supera los 195 dólares, mientras que en Francia y Alemania se tiene un cálculo de 80 euros. Hay que considerar que esas cifras no están actualizadas al 2013, lo que sí existe es una constancia de los países interesados por contratar mexicanas.

“Alemania se pelea por (nuestras) jóvenes. En este país hay una percepción de que las culturas latinoamericanas son las más amorosas respecto a cuidado de un menor. Una chica rusa puede cuidar al niño, pero no lo abraza, ese alejamiento lo conoce la familia”, comenta Ana Escamilla.

Francia aunque es de los destinos más solicitados, es el que más limitantes está realizando. Este destino dejó de otorgar el bono a los au pair por concepto de estudio. China, por el contrario, está creciendo en promoción de este destino para recibir a jóvenes, sin embargo, el dominio del idioma inglés que solicitan, puede ser una limitante, aclara Escamilla.

“Cuando reclutamos a una persona para salir como au pair nos fijamos, además de edad o idioma, en sus experiencias de viaje, qué tal es su relación con la familia, cuán flexibles pueden ser para cuidar otro niño que no es de la familia y hasta sin son abiertas a ideas políticas y culturales distintas”.

La razón principal de ese diagnóstico, de acuerdo con la representante de Mundo Joven, es observar la ‘apertura y adaptabilidad’ del au pair. El choque cultural de quien no entiende a la familia anfitriona es el principal motivo por el que este tipo de intercambios fallan, puntualiza Ana Escamilla.

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