La esclavitud moderna ha sido identificada como uno de los abusos de derechos humanos más significativos, pero intratables, de nuestro tiempo. Las estimaciones indican que decenas de millones de personas se encuentran actualmente en algún tipo de esclavitud moderna, definida por la OIT como «situaciones de explotación que una persona no puede rechazar o dejar debido a amenazas, violencia, coacción, engaño y/o abuso de poder».
Nuestra comprensión del papel del consumo en la habilitación o prevención de este tipo de prácticas ha tendido a centrarse en si los consumidores ricos en el Norte global pueden cambiar su comportamiento de compra a bienes de menor riesgo o libres de esclavos. Por importante que esta investigación sea, ignora la situación de Catch 22 de que la esclavitud moderna a menudo se inicia y se perpetúa por el comportamiento de consumo de las propias víctimas. Esto puede ser pagos a personas contrabandistas, la compra de documentos ilegales para asegurar el trabajo, o pagos constantes a los perpetradores para alimentos, alojamiento, transporte y otras necesidades que exacerban la servidumbre por deudas y permiten a los explotadores seguir extorsionando valor de los trabajadores vulnerables. Más positivamente, las prácticas de consumo de las víctimas también pueden proporcionar breves momentos de agencia humana, libertad o placer cuando se limitan a situaciones de explotación, por ejemplo a través de la capacidad de consumir bienes valiosos como ropa, llamadas telefónicas o cigarrillos.
Este proyecto de investigación busca, por primera vez, analizar las prácticas de consumo de las víctimas de la esclavitud moderna y explorar su papel en la habilitación y escapade de la explotación extrema. Adoptando una metodología cualitativa e interpretativa, la investigación se basará en una mezcla de entrevistas a profundidad, narrativas de sobrevivientes y testimonios de víctimas para entender el consumo desde la perspectiva de los explotados. Esta visión privilegiada carece de investigación existente. El objetivo es desarrollar una nueva teoría en torno al papel del consumo en la esclavitud moderna. Las implicaciones prácticas incluirán la elaboración de recomendaciones para una política, apoyo y orientación más eficaces para las posibles víctimas, así como nuevas formas de perturbar potencialmente las prácticas modernas de esclavitud dentro del sistema actual.
Fecha cierre convocatoria beca 20 enero 2020
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