Estudiar una segunda carrera parece ser una nueva tendencia. Alrededor de 29% de los mexicanos lo considera como una opción para continuar su capacitación, de acuerdo con la encuesta de Educación que realizó a principios de año la bolsa de trabajo OCC.
“Existe una reorientación en la especialización, lo que deriva en fortalecer o adquirir habilidades distintas a las de la carrera original”, dijo el director de Gestión de Cambio y Desarrollo de Carrera de la consultora Lee Hecht Harrison, Guillermo Soto Durán.
Entre las razones que explican esta tendencia está el deseo de ampliar la visión profesional sin “divorciarse” de la primera carrera.
Por ejemplo, un administrador que se está desarrollando en Recursos Humanos quizá opte por estudiar Psicología Organizacional y no por un posgrado en Psicología, porque la carrera le permitirá conocer más a fondo su ámbito de acción”, explicó el gerente de Atracción de Talento y Evaluaciones de Manpower, Roberto Soto Villarruel.
Juan Antonio es un ejemplo de un profesionista con dos carreras. Estudió Contaduría Pública en 2009 y Derecho en 2013 con el fin de poder litigar en materia fiscal. “Me gustaba mi carrera, pero no me veía haciendo eso toda la vida”, recuerda. “Mis clientes me pedían que los ayudara con juicios y recursos ante las autoridades fiscales y por eso decidí estudiar Derecho, para profesionalizarme”, relató.
Un segundo factor es que la tecnología cada vez hace más accesibles los planes de estudio con sistemas 100% en línea o semipresenciales, explicó Soto Villarruel. Uno de cada 10 estudiantes de nivel superior lo hace a través de sistemas no escolarizados, de acuerdo con estadísticas de la Asociacion Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
Además, las universidades son más flexibles y ofrecen estudios en diferentes horarios o con facilidades para revalidar materias de la primera carrera.
En otro 25% de los casos, estudiar otra carrera obedece al perfil de los millennials, la generación que nació después de 1980. Según los expertos, no buscan ataduras ni etiquetas a largo plazo. “Antes les apasionaba una o dos cosas, ahora les interesan muchas más”, explica Soto Villarruel.
Verónica, por ejemplo, estudió Ingeniera Industrial y tras un paso exitoso por empresas de manufactura, ahorró lo suficiente para estudiar Arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México: “No sé tampoco si a esto me quiera dedicar toda mi vida, pero sí es algo que me apasiona y llena por ahora”, dice.
Una mínima parte de quienes estudian una segunda carrera lo hacen porque reconocen que sus primeros estudios los realizaron para complacer a un tercero, generalmente los padres. “Estudiaron Contaduría porque sus padres eran contadores y ahora están dispuestos a estudiar lo que realmente querían”, agrega Soto Villarruel.
Segunda carrera, ¿te conviene?
La capacitación constante es benéfica para acceder a más y mejores oportunidades laborales. Para saber qué opción conviene más -un diplomado, curso, posgrado o segunda carrera-, los especialistas recomiendan evaluar los siguientes puntos:
Los intereses y necesidades actuales, el desempeño obtenido en la actual gestión, el lugar en el que se desempeñan las funciones hoy en día (empresa, industria, sector, etc.), las posibilidades reales de reorientación de la carrera profesional y, finalmente, un plan específico de ejecución.
“La preparación para una reorientación de la carrera profesional proviene de un análisis individual de factores que inciden en la planeación a futuro”, explicó Soto Durán. “Derivado de ese análisis, las personas, pueden optar por continuar su actual carrera o verse ante la necesidad de hacer un plan distinto”, finalizó.