Estudiar una carrera es algo difícil. En materia de tiempo, económica y de esfuerzo. Desvelarse muchas noches, tareas hechas en tiempo récord
Colocarse en una oferta laboral afín a la carrera elegida no es tema sencillo en México. Datos de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur) indican que 55 de cada 100 egresados trabajan en áreas diferentes a las que estudiaron. En cifras concretas: alrededor de 4 millones de profesionistas realizan labores distintas a su formación.
Ante la saturación de algunas carreras, es importante ubicar qué actividades demanda el sector laboral. Con ese objetivo, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Concanaco firmaron un convenio para que estudiantes de esa casa de estudios cuenten con información estadística y capacitación para identificar las necesidades actuales de las empresas.
“Hay un divorcio entre el mercado y la academia. Por ello es importante generar espacios e iniciativas que permitan a los jóvenes entender cómo desarrollar mejorar sus capacidades”, advierte el presidente de la Concanaco, Jorge Dávila.
Organismos como la ANUIES refieren que las áreas de estudio con mayor concentración corresponden a Ciencias Sociales y Administrativas; ingenierías y salud. “Eso no significa que un joven deje de estudiar una carrera de ese campo, pero sí le exige tener claro cómo y dónde concentrarse para obtener un mejor empleo en un terreno que lleva saturado 10 ó más años”, expresa la psicóloga y orientadora vocacional Leticia Pérez Hernández.
En opinión de Dávila, el potencial educativo de los profesionistas está completo si encuentran un empleo formal que les permita aplicar de manera productiva lo adquirido en su formación académica. Las cifras, sin embargo, refieren un panorama poco alentador en términos de formalidad laboral.
En México más de 6 millones de jóvenes trabajan en la informalidad y 7 millones perciben de uno a tres salarios mínimos, informa un estudio realizado por el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM. El documento subraya que en seis años, la tasa de desempleo juvenil a nivel nacional creció alrededor de siete puntos porcentuales, al pasar de 17% en 2005 a más de 24% a agosto de 2011.
Para lograr que los egresados de esa casa de estudios se familiaricen con las necesidades de las empresas, el acuerdo de la Concanaco contempla analizar los programas de estudios de diferentes licenciaturas para generar recomendaciones sobre lo que necesita el mundo empresarial de esos profesionistas.
De acuerdo con información de la Confederación, el convenio también contempla hacer estudios sobre propuestas de política pública en temas como combate a la economía informal y -en específico-, se realizará un análisis para determinar cómo fomentar al turismo, importante generador de divisas y empleo para el país.
Adicionalmente, la Concanaco Servytur se apoyará con esta universidad para hacer estudios sobre políticas públicas más eficientes para el desarrollo de las Mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas), y se organizarán proyectos de investigación y capacitación para impulsar al sector comercio y servicios.
“En la Confederación, los alumnos y egresados de la UNAM serán muy bien recibidos en las 650 mil empresas afiliadas a la Concanaco Servytur, para que efectúen su servicio social”, puntualiza Jorge Dávila.