El desarrollo de la biotecnología genera nuevas áreas de oportunidad para las empresas que aprovechen el mejoramiento genético para atender necesidades básicas con alta eficiencia y obtener más amplios márgenes de ganancia.
Luis Omar Peña Ortega, director de la carrera de la carrera de ingeniería en bionegocios del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, campus Monterrey, habló ante estudiantes del campus Sinaloa de la institución, sobre las oportunidades derivadas de la biotecnología.
“La biotecnología está abriendo una puerta a la innovación en los mercados mundiales, da la posibilidad de crear negocios muy redituables atendiendo necesidades tan fundamentales como la alimentación o la salud”, expresó.
Generación de valor
Peña Ortega destacó el impulso que la biotecnología da a la generación de valor en las principales actividades del sector primario de la economía.
“El mejoramiento genético de los cultivos y del ganado que criamos ofrece la posibilidad de enfrentar problemas como el abasto de alimentos, el control de enfermedades, elevando la eficiencia y la rentabilidad de la explotación de estas actividades”, dijo.
Especialistas
Señaló que el avance en el uso de las técnicas de mejoramiento genético está generando oportunidades profesionales y de negocios.
“Cualquier industria que esté usando un organismo vivo, desde la agricultura hasta la farmacéutica, va a requerir de la biotecnología para poder salir adelante, y por lo tanto va a requerir gente especializada que desarrolle ese tipo de procesos”, mencionó.
Habilidades
Peña consideró que los especialistas en la explotación las nuevas áreas de oportunidad empresarial deben manejar los aspectos fundamentales de la biotecnología aplicada a los negocios.
“El personal que se encargue de estas áreas tiene que manejar la parte técnica de los procedimientos biotecnológicos, pero también debe tener las habilidades para diseñar modelos negocios especializados”, comentó.
Inversión
Peña Ortega dijo que la inversión en desarrollo genético ha demostrado ser redituable para los países que la han realizado.
“Entre 1993 el Gobierno de Estados Unidos empezó a invertir en el proyecto para completar el genoma humano, finalmente lo logró en 2003, eso revolucionó la industria de fármacos a tal grado que cada dólar invertido entre 1993 y 2003 le está retribuyendo 141 dólares al día de hoy”, comentó.