Hace algunas décadas, ser titulado era sinónimo de encontrar empleo rápidamente. Ahora, el escenario es distinto; 76.4% de los desocupados en el país son quienes mayor instrucción tienen, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En México, 64.4% de los profesionistas perciben menos de cinco salarios mínimos, según estimaciones del Inegi y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
¿Cuenta tener un título en México ? La realidad es que la carrera no basta, y actualmente se requieren extras como el dominio de idiomas y otros estudios. “Son muchos los que egresan en busca de una oportunidad”, dijo Armando Leñero, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH).
Las personas con título universitario perciben salarios al menos 25% superiores a aquellos con instrucción secundaria, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Pero en 2012 sólo un 35.6% de la población con licenciatura obtuvo ingresos superiores a cinco salarios en el país.
Los estudios universitarios y la respectiva titulación tienen aún un valor importante al buscar empleo, porque demuestran la capacidad y el empeño de la persona por concluir un círculo profesional y comprometerse en ciertos proyectos, dijo el directivo de la AMECH.
Pero la universidad no es suficiente, advirtió. Para un trabajo más competitivo hay que ir por otros ingredientes, como un diplomado o una certificación.
Opciones para destacar
En México, aproximadamente 42% de los jóvenes con una carrera universitaria nunca se titulan. Un egresado tarda entre seis y 18 años en obtener esa certificación, reveló la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
“Hay quienes nunca concluyeron ese proceso y triunfan, quizá el caso del que más se habla es Steve Jobs. Pero no todos los egresados son como él, así que mientras más herramientas se tenga para competir en un mercado precarizado es mejor”, aseguró el doctor en educación Pedro García.
Los entrevistados coinciden en que tener un título no es sinónimo de éxito, pero sí es constancia del aprendizaje en ciertas áreas por encima del promedio.
Una alternativa para ofrecer un extra son las certificaciones. “Ser especialista en una rama y comprobar que los conocimientos están actualizados da un plus”, indica el director de AMECH.
Según la actividad desempeñada son varios los colegios u organizaciones que ofrecen certificaciones profesionales. “A diferencia de un título esta herramienta da muestra de la experiencia práctica de un candidato, por eso su solicitud va en aumento, en especial para áreas como ingenierías”, dijo.
Para los universitarios no titulados y con poca experiencia otro medio para certificar sus conocimientos es la prueba del Centro Nacional de Evaluación de la Educación Superior (CENEVAL), que cuenta con un Examen General de Calidad Profesional (EGCP), que evalúa conocimientos, habilidades y destrezas de quienes egresan de instituciones de educación superior, pública, privada y tecnológica.
Quedarse sin un título no sólo impacta en términos personales al limitar la posibilidad de realizar estudios de posgrado, dentro o fuera de México, también tiene implicaciones económicas para las escuelas. La UNAM y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), son de las instancias educativas que más recursos destinan por alumno, a nivel público. La inversión supera los 80,000 pesos por estudiante, según datos de estas casas de estudio,