El Tecnológico de Monterrey quiere figurar entre las 100 mejores universidades del mundo, por lo que buscará diferenciarse en el área de investigación invirtiendo 900 millones de pesos (mdp) en este rubro para 2020.
“Por cada peso que invierta la institución debemos ser capaces de atraer, por otras fuentes, otros 3 pesos hasta llegar a 900 millones”, señaló en entrevista Arturo Molina, vicerrector de Investigación, Posgrado y Educación Continua del Tec.
En el QS World University Ranking, que evalúa a universidades a nivel mundial, el Tecnológico ocupa la posición 253 de 700 instituciones.
El Tecnológico ha definido las áreas en las que enfocará su esfuerzo de inversión: biotecnología en alimentos, tecnologías de información y electrónica, desarrollo sostenible, política pública, negocios, medicina, mecatrónica e ingenieras, así como educación, ciencias sociales y humanidades.
“Pensamos en rubros donde hemos trabajado y podemos tomar el liderazgo. Por ejemplo, contribuir a asegurar la energía (hidrocarburos y otras fuentes) que necesita el país para su desarrollo”, dijo el vicerrector.
De estas categorías, la institución concentra su atención en nanociencias, energía, emprendimiento y educación.
En el marco del 45 Congreso de Investigación y Desarrollo de la institución, Arturo Molina señaló que una forma de medir el impacto de la investigación, y asegurar la inversión, es evaluar quién está dispuesto a pagar por los proyectos.
Una de las decisiones de la escuela es trabajar con base en temáticas de interés para las compañías, consiguiendo que el peso destinado por el Tec se triplique a partir de otros ingresos. Esa estrategia se traduce en la creación de consorcios empresariales, una iniciativa que implica trabajar con las organizaciones por varios años.
Actualmente, el Tec trabaja en tres consorcios, uno de energía, en Monterrey, otro automotriz para el cual se está en pláticas con empresas como Boccard, y uno más en Tecnologías de Información. “Podemos trabajar con la empresa cinco años, por ejemplo, y en este esquema se contempla que los empleados de esos grupos puedan capacitarse en el Tec. Este modelo despertó el interés de Conacyt”, mencionó Molina, consultor del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
De la mano de mayor investigación se incrementará la adquisición de patentes y la presencia en rankings que evalúen el reconocimiento de sus investigadores, según artículos publicados y citados por otros especialistas.
“Habrá un cambio de estrategia, no vamos por número de patentes, sino por conseguir aquellas con un claro potencial de ser comercializadas”, dijo el Vicerrector de Investigación en el TEC.
Entre 2006 y 2012, los investigadores del Tec hicieron 255 solicitudes frente a 258 realizadas entre la UNAM y el IPN, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.