Cecilia Barrón en Noroeste
Egresar del bachillerato con un alto promedio académico no garantiza al estudiante alcanzar un espacio en la universidad.
Esa es la realidad que viven miles de jóvenes en el estado, que a falta de políticas públicas que apoyen su educación son parte de la cifra de rechazados cada ciclo escolar, advirtió el investigador Leopoldo García Ramírez.
A lo largo de una investigación de dos años, el egresado de la maestría de Ciencias Sociales de la UAS se encontró con casos de jóvenes que, a pesar de poseer un promedio de excelencia académica o superior a 9, no fueron seleccionados para formar parte de la matrícula de universidades como la UAS y la UPSIN.
Su conclusión fue entonces que el examen Ceneval que se aplica a los aspirantes universitarios se ha convertido en el factor determinante para poder ser aceptado por una institución educativa, dejando de lado la calificación con que
haya egresado el bachiller. Señala:
El hecho de que ellos (rechazados) no hayan obtenido un lugar, no es porque reprobaron el examen, sino que es porque no hay los espacios suficientes…Es un examen Ceneval exploratorio evaluativo, entonces les hacen sentir a los jóvenes que no quedaron y que reprobaron, cuando en realidad tuvieron que hacer una selección.
Los rechazados cargan con el estigma social, pero son excluidos de un proceso educativo”. Agregó que la falta de
recursos económicos se ha convertido en una constante entre las características de los jóvenes “excluidos”, pues quienes son hijos de padres con un mayor poder adquisitivo optan por ingresarlos a escuelas privadas y dejan de formar parte de la cifra de rechazados que en 2011 llegó a alcanzar los mil 200 tan sólo en Mazatlán.
“La exclusión se presenta mayormente en jóvenes de escasos recursos”, enfatizó
Un estudio realizado en el 2011 por la UNAM revela que Sinaloa es uno de los estados más bajos en cuanto a cobertura educativa, pues en el ciclo escolar pasado obtuvo un crecimiento del 3 por ciento, junto a Sonora,
Tamaulipas y Nayarit. Se estima que en el 2011 fueron mil 200 los jóvenes rechazados en edad escolar en el municipio.